En la creación
del SNA hay una visión particular sobre
el tema de la corrupción como un mal endémico, por ello la implementación se
debe hacer sobre el eje de coordinación en la que la “soberanía normativa” de
cada una de las áreas involucradas no se convierta en el motivo para la
inacción. Es factible pensar en el incremento de gasto y de contratación de
personal; sin embargo, no debe ser el único eje de reflexión ya que hay
elementos claves como es la integración de los cuerpos colegiados y su capacidad
de decisión, la concreción de los
cambios en la estructura de la administración pública tanto federal como
estatal, ya que las viejas prácticas con que se reprodujeron son un obstáculo
para el SNA. Una cultura a favor de la transparencia y rendición de cuentas
adicionada de buenas prácticas son pilares de este nuevo tiempo en la materia.