domingo, 18 de mayo de 2008

ALGUNAS NOTAS SOBRE EL PETRÓLEO

El mundo de lo público no requiere de que veamos al petróleo como un instrumento del bien común, en todo caso es un patrimonio nacional que forma parte de los bienes públicos con que cuenta una nación, es cierto tampoco es un Dios (dixit Martínez Cázares), pero la historia nos remitirá que como fuente de ingresos cubrió por muchos sexenios esta función, como caja gubernamental para financiar los proyectos presidenciales. Es así que el debate sobre el petróleo no requiere de entrampados debates o posturas grotescas como las que asume Germán Martínez Cázares, en entrevista concedida al periódico El Universal. No es la defensa de un proyecto de una posible reforma lo que está a debate, si no es todo el cambio constitucional que envuelve trazar un modelo de Estado que deja de tener injerencia en la rectoría del Estado por la falta de recursos económicos suficientes para hacer frente a las condiciones de desigualdad que hoy vive México.
El proyecto de defensa del petróleo no sólo manifiesta un discurso nacionalista, no puede ser de otra forma si es un bien público que está establecido como patrimonio de la nación, por ello advirtamos que la crítica al proyecto de reforma construye sus argumentos desde un planteamiento estratégico que presenta como botón de muestra las condiciones desventajosas que contiene y que nos colocarían como una nación con altos déficits en cuestiones de energía, además de que es unproyecto del que no habrá una extensión de los beneficios de manera general.
Decir no, significa contener una reforma que establece el fin de la rectoría del estado sobre este bien público, es la resistencia, que se construye a partir de la sospecha, de una memoria lastimada, que recuerda la venta de empresas inoperantes en manos gubernamentales que al ser recibidas por particulares han reportado ganancias insospechadas, como muestra sirva el caso TELMEX, empresa que hoy en día representa la joya de la corona del consorcio CARSO.
Por otro lado, el debate incluso trasciende la apertura al capital privado, pues coloca a PEMEX en una situación complicada, pues dejaría de ser un sector estratégico del desarrollo nacional, pasaría a ser una empresa gestora de contratos, que es decir nada, para la otrora poderosa empresa.
Hoy volvemos un camino ya avanzado, ante el discurso de esos enanos políticos que presentan escenarios catastróficos si la reforma no llega al puerto deseado, otra vez es el presidente nacional del PAN quien ha advertido que si no hay reforma le darán cuello al país, me parece francamente una frase irrisoria, pues de los debates, que bien ganado espacio han encontrado en la opinión pública nacional, obtenemos algunas observaciones que podemos generalizar como el reflexivo análisis o diagnóstico de la situación que guarda la empresa, aquí el recuento: hay un problema en el futuro inmediato con respecto a obtener las suficientes reservas petroleras; requerimos de nuevas alternativas en fuentes de generación de energía; favorecer proyectos que eficienten el desempeño operativo y la eficacia que impacte en un equilibrio financiero al interior de la empresa con el objetivo de generar que PEMEX tenga la capacidad de generar una industria petrolera más allá de la extracción de petróleo, es decir, hay que proyectar una empresa que busque desarrollar un área de petroquímica sólida que evite la compra excesiva de productos que pudiéramos producir en el país.
El debate tiene que subir el nivel, que daño le hacen esos políticos enanos a un asunto que rebasa la lógica mercantil y se convierte en un debate de nación.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Salvador:
Felicidades por este espacio de reflexión, esperamos contribuir de manera acertiva.
Saludos
Martha Tagle

Anónimo dijo...

Salvador:
Felicidades por este espacio de reflexión, esperamos contribuir de manera acertiva.
Saludos
Martha Tagle