lunes, 7 de septiembre de 2015

El futuro de las candidaturas independientes


Salvador Mora Velázquez

Las candidaturas independientes se han convertido en las alternativas más allá de los partidos políticos, lo que ha replanteado el escenario electoral del país. Sin embargo, hay que reconocer que las candidaturas independientes más que resolver la crisis que la representación política la ahondan, pues la personalización de la política que se construye en la habilitación de este tipo de candidatos se construye a partir del rechazo a la política institucional, por resultados poco favorables en la gestión de gobierno o al negativo perfil de los candidatos de los partidos. La reacción de los gobiernos estatales (en clara confrontación) han asumido una serie de reformas para contener el empuje de este tipo de candidaturas que en una suerte de castigo el ciudadano arropa. Ambas posiciones se debaten entre independientes-ciudadanos/políticos, bajo este esquema la crisis de la representación puede polarizarse aun más.
Es sugerente advertir que para el legislador las reformas que demanda el nuevo escenario político-electoral no están presentes en su discurso, hoy lo que importa es cómo hacer gobernable el país con gobiernos en los que hipotéticamente la gubernatura, presidencia municipal o algún escaño en la legislatura puede quedar en manos de representantes sin partido, se hace necesario el establecimiento de gobiernos de coalición que eviten posibles “empantamientos legislativos” o la parálisis de gobiernos debido a la falta de acuerdos entre los poderes. En suma, el dilema de los candidatos independientes se encuentra en la viabilidad de los proyectos políticos que encabezan en contextos en donde la pluralidad domina, como es el poder legislativo local o federal, o en donde la solitaria fórmula que encabezan está expuesta a vetos o a la falta de apoyos, ya sea como presidentes municipales o legisladores
Por sí mismas las candidaturas independientes requieren regulaciones más efectivas en materia de financiamiento público y privado, la fiscalización de los recursos, el acceso a los medios de comunicación, la consecución de las firmas de apoyo para obtener su registro, así como los tiempos para la solicitar su intención para ser candidato. Recomponer la figura de los candidatos independientes, mediante la revisión de los temas arriba referidos, es para lograr que se garantice el ejercicio de un derecho constitucional, así como posibilitar que sean una real y efectiva alternativa para el elector.
El objetivo de las siguientes adecuaciones que hemos enunciado es para que este tipo de candidatos logre mantener su independencia de la influencia de grupos fácticos, económicos, de comunicación ya que hay un probable riesgo de que este tipo de candidaturas sean el espacio por el que se cuelen a la vida institucional una serie de actores no deseables que impriman una dinámica distinta al interés colectivo de  la sociedad.

Finalmente, el desempeño como gobernador de Jaime Rodríguez Calderón “Bronco” será un referente para hablar de la viabilidad futura de este tipo de candidaturas, ya sea para el elector o para aquellos grupos de interés que apoyaron, para ambos actores este tipo de candidatos guardan expectativas crecientes sólo que en direcciones distintas.

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